miércoles, 6 de mayo de 2009

Tesoros sí, basura no

Por Sara Palacio Gaviria

En esta época hablar de grandes aventuras, de personas que dejan la tranquilidad de una sala de televisión para emprender viajes y encontrar, en una coordenada determinada por líneas y puntos invisibles, una cajita que contiene en su interior un pedazo de la vida de otros, es un cuento de hadas.

Pero a diferencia de las historias fantásticas, hoy en día, y cada vez más, aumentan los buscadores de tesoros escondidos o en términos técnicos Geocachers.

Geocache escondido nuevamente.

Un poco de historia antes de salir

El clima en Medellín ha sido insoportable los últimos meses de 2008. Esto ha dificultado un encuentro propicio para la búsqueda. En las dos últimas semanas de octubre han caído varios aguaceros lo que no ha mejorado la situación. La tierra está pantanosa y el pasto es peligroso para las excursiones que salen en busca de tesoros por lugares exóticos, montañosos y la mayoría con temperaturas bajas donde los vientos y las nubes hacen lo propio para mantener el misterio.

El equipo está listo para salir de la tumultuosa ciudad de Medellín en medio de una balacera de gotas que se estrellan en el parabrisas del carro y una capa gruesa de neblina que sólo con las luces altas permite ver las huellas de la carretera.

Mientras suben los implementos necesarios, el Geocache, el GPS, las bolsas para recoger la basura y el Macbook en la maleta del carro, Luis Pérez, Geocacher por más de dos años, habla sobre el inicio de este deporte ecológico.

En el 2000, el presidente estadounidense Bill Clinton aceptó que la paranoia por la seguridad nacional era excesiva, por eso eliminó el error que producía una degradación en la señal del GPS (Global Positioning System) permitiendo el uso libre de este dispositivo de ubicación.

Para celebrar, David Ulmer uno de los reporteros del grupo de noticias del Sistema Global de Navegación por Satélite envió un correo en el que proponía una búsqueda de una caja que contenía regalos y sorpresas, que él había escondido en un parque de Estados Unidos, con una sola condición: “Coge algo, Deja algo, firma el logbook”.

Desde ese día, el Geocaching adquirió una importancia masiva. En 2008 se han registrado 680,159 tesoros activos en todo el mundo y la comunidad del Geocaching ahora es mundial. Por momentos los límites entre lo real y lo ficticio se desdibujan en esta gran red de exploradores que navegan en Internet y caminan por todo el mundo con una sola ilusión, encontrar y esconder un caché.

Lugar donde estaba el geocache.
Comienza la aventura

El reloj marca las diez en punto y la lluvia no ha parado. El camino que indica Google Earth obliga al equipo de Geocaching integrado por Camilo Jaramillo y Luis Pérez a salir del área metropolitana y subir por la pendiente de la carretera que de Envigado conduce al Oriente antioqueño.

Según lo que dice la información, el Geocache está en una curva de la loma del Escobero a pocos metros del mirador clandestino donde se paran todas las noches, las parejas de enamorados para ver las luces de Medellín encenderse al caer la noche y apagarse con el primer rayo de sol.

La clasificación del Geocache es CITO/TSBN (Cache in trash out/Tesoro Si, Basura No) lo que hace la experiencia de encontrar tesoros más ecológica. Esta iniciativa de clasificar los objetos escondidos se generó por la conciencia ambiental del grupo de Geocachers que consideraban necesario hacer una intervención directa con el medio ambiente.

El requisito para conseguir los regalos de este tipo de Geocache es emprender una limpieza de los alrededores y del lugar específico donde se encuentra oculta la sorpresa. Es una retribución que se le hace a los parques y otros ambientes que hacen posible la colocación de caches, en gratitud por permitir que en sus terrenos disfruten todos con la emoción del descubrimiento.

Los Geocachers hacen su parte para quitar basura y desperdicios del medio ambiente y dejar el área lo menos afectada posible.

Algunas veces se reúnen con otros Geocachers de la zona para realizar jornadas de limpieza mientras se conocen y comparten aventuras pasadas.

A Luis Pérez, Camilo su compañero fue el que lo inició en este deporte y la búsqueda de hoy es de un cache que lleva persiguiendo hace varios años.

El problema para encontrarlo han sido las coordenadas y la ubicación del cache que ha sido hurtado varias veces por personas inquietas. Sin embargo, el propietario que firma como Bochis en la página de Geocaching-Hispano donde está registrado su tesoro, ha insistido en esconderlo cerca de la vía y ha declarado que “se trata de un cache muy bonito, sobre todo para gente que ya lleva varios años en este deporte porque la lista de gente que ha firmado la libreta llega casi a 80 personas, esa es la comunidad de Medellín”.

El gran misterio que encierra la búsqueda de este Geocache es el rumor que existe de que en su interior se encuentra un Travel Bug, un “bicho viajero”. Este tipo de objetos tiene un código en una placa metálica que evidencia que su propietario es un miembro oficial de Geocaching y que ha comprado uno de los objetos oficiales.

Cuentan que dentro del cache que hoy buscamos “el rompecabezas” un muñequito, que empezó su recorrido en Geocaching en Perú, es el anhelo más preciado de este tesoro.

A medida que el automóvil sube la loma de El Escobero el paisaje va perdiendo lo que tiene de urbano. Aumentan las montañas y las nubes están al lado de los buscadores. La lluvia parece la sombra de cada una de las coordenadas que va marcando el GPS que no para de titilar. Se alcanzan a distinguir las pineras sembradas en la falda de las montañas que encierran al Valle de Aburrá y las piedras que cubren la carretera sudan continuamente.

Geocache encontrado.

Las coordenadas acercan
La ilusión de encontrar el tesoro empieza a convertirse en ansiedad. Se parquean sobre la manga que forma la curva del famoso mirador. Las indicaciones marcan 15 pasos adelante en dirección sur desde donde empieza la baranda que delinea la curva y evita que algún carro, que pierda el rumbo, caiga al precipicio.

En el Macbook aparece el mapa satelital de Google Earth donde una banderita roja marca el lugar exacto donde debería estar el cache. El GPS va recortando los metros que separan a esta pareja de Geocachers de su sorpresa. En sus caras se refleja la emoción por un nuevo hallazgo y el deseo de abrir la caja que contiene el premio. Mientras tanto, la lluvia empieza a ser una llovizna que acaricia la tela de las chaquetas.

La bandera roja de Google Earth y las coordenadas del GPS coinciden en que el lugar donde está el Geocache es una pila de piedras abandonadas rodeada por “matas dormilonas”. El roce de los dedos para alzar las piedras hace que las hojas de esta pequeña planta se encojan hasta parece un hilo. En una cajita pequeña encuentran un cuaderno de notas que indica un nuevo camino.

Ahora deben caminar quince kilómetros hasta una pared de piedra de una construcción que se ha caído con el tiempo. Es un muro que “está por lo alto” y que entre los huecos que ha producido la humedad y el tiempo esconde una cajita metálica.

El sol empieza aparecer entre las nubes y la basura que han tirado a lo largo de los años se asoma tímidamente por debajo de las hojas y los troncos de los árboles. Parece que la estrategia del propietario del Geocache era exactamente esa: conducir a los buscadores por un camino que está bastante contaminado para que lo limpien y como recompensa final, el tesoro.

El final del camino

Un sendero que marca los pasos de los hombres que han caminado por estas tierras antioqueñas reveló el último kilometro y empezó a acelerar las marcaciones del GPS que señalaba ansiosamente el lugar escondido. A mano izquierda, el gran muro de piedra aprisionado por la manga y las raíces que se metían en todas las direcciones generó una inmensa alegría por la posibilidad del hallazgo. Subieron la pequeña montaña que entronaba la pared mohosa y empezaron a registrar cada uno de los huecos que tenía.

Ahí estaba envuelto en una bolsa de plástico negro, en su interior otra bolsa transparente dejaba ver una cajita metálica todavía brillante. Adentro, “el rompecabezas” con la placa que lo marcaba como Travel Bug, el blog en el que han firmado alrededor de 61 personas, unas monedas de centavos de dólar y “Pablito” un peluche de koala que con sus manos se agarró de la camisa de Luis Pérez y que lo acompaña hasta el día de hoy.

El cambio quedó así: un tiquete doble de metro, varias manillas de Colombia, un dólar y las monedas de centavos, una caja de mentas, una bolita de cristal y el logbook.

Con las manos cargadas por las bolsas de basura, con la sonrisa propia de un momento de inmensa alegría y con los comentarios de una nueva aventura regresaron al carro. Allí los esperaba la llovizna que volvía a caer, la carretera empinada otra vez y el camino de regreso a una Medellín abrumadora donde los aventureros vuelven a ser ciudadanos comunes y corrientes.


Glosario

Geocaching: Es la actividad (hay personas que lo consideran ya un deporte) de esconder y encontrar "tesoros" en cualquier lugar, con la ayuda de un GPS y buscando la protección del medio ambiente.

Geocachers: Persona que practica el geocaching y que se encarga de buscar y esconder tesoros o cache.

Geocache: Objeto escondido en una locación específica y determinado por unas coordenadas.

GPS: Sistemas de Posicionamiento Global, son un conjunto de satélites, 24 para ser exactos, en órbita terrestre, que facilitan la localización de personas, objetos, edificios, etc., mediante receptores portátiles o estacionarios.

Macbook: Es un ordenador portátil de Apple, lanzado el 16 de mayo de 2006, después de muchos rumores acerca de su configuración final. Pertenece a la línea consumo de esta empresa y actualiza a la serie iBook. Se trata del segundo portátil de consumo de Apple que cuenta con el procesador Intel Core Duo (el primero fue Macbook Pro, que es de gama alta).

Logbook: Es un cuaderno donde se registran los nombres y fechas de quienes encuentran un Geocache.

Google Earth: Es un programa informático similar a un Sistema de Información Geográfica (SIG), creado por la empresa Keyhole Inc., que permite visualizar imágenes en 3D del planeta, combinando imágenes de satélite, mapas y el motor de búsqueda de Google.

Travel Bug: Es una marca registrada del grupo de Geocachers Groundspeak, Inc. que se usa para identificar objetos en la actividad del Geocaching. Es un artículo que pasa de cache en cache y viaje por todo el mundo. Cada travel bug está marcado por un PIN único que debe ser registrado en la página oficial (http://www.geocaching.com/).

Cache: En informática cache es información guardada en la memoria para que sea más rápida su obtención, pero también se usa en camping como un sitio para guardar y preservar las provisiones.

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